
- Buena pregunta- dijo mi compañero.
Desde el fondo del aula, el profesor quiso atraer la atención de sus pupilos.
- A ver, ¿alguien me puede responder?
Ante el silencio de su alumnado, volvió a preguntar:
- Lo diré de otra manera... la mente, ¿para qué sirve?
- Se va superando- susurró alguien desde atrás.
Nadie supo, pudo o se atrevió a contestar...
Mientras escuchaba el aburrimiento palpitar sobre los pupitres, me limité a mirar por la ventana. Pude observar cómo los árboles se mecían con la brisa otoñal y, hoja a hoja, las fui contando mientras caían...
Queralt.
1 comentario:
Hola Queralt!! Te perdí el rastro o cayó como hoja de cereza en el otoño. Te agradezco que recordases el mio. Atrapo (el space no me va) la dire del blog y ojalá retornes a CC de nuevo.
La mente? Algo que deseo no lleguemos a descubrir por completo porque los sueños dejarían de serlos.
Un abrazo
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