“ZUMO DE POESÍA”
Cuando dejes volar el alma en pos de una esperanza y confundas el sol en su brillo con los ojos de la ilusión, podrás decir que has entrado en otra dimensión.
Dimensión mágica en la que no escuece la herida por el golpe, sino por el roce leve de un anhelo a punto de hacerse llama.
Ese plano invisible, ese espacio ideal donde las palabras son gestos salidos del alma; lugar éste, que no se ve pero se toca con dedos de suaves suspiros, que florecen por segundos en la más romántica de las evocaciones.
Muy posible será, que puesto seas en esta condición, empujado por la propia vida a través de un apasionado amor. Y, notando la erupción en tu piel a causa de tan sublime emoción, necesites contar al mundo entero y a nadie en especial, todo lo que estás sintiendo.
Si además de sensible eres creativo y sobre todo atrevido, un día intentarás hacer poesía. Escribirás sobre ella, te identificarás con una técnica u otra, pero al final, harás poesía. Porque tus sentimientos se desbordan haciendo daño y necesitarás decir todo el tiempo, cómo son sus manos. ¿No hay acaso redondeces que nos enamoran y dedos rudos que nos turban? ¿No vemos todos los días en alguna piel el brillo del cobre y el mismísimo cielo, en los ojos de aquél?
“Ojos claros y piel morena…”
El delicioso sentimiento de amor por un ser especial con el complemento o no, de la pasión rota por la parte de los frenos, no se puede explicar; mas, para intentarlo, se inventó la poesía.
Buscamos formas y expresiones, queremos llegar a la idea genuina, a la definición que nadie ha conseguido; mas, no hay palabras bonitas por descubrir, hay corazones por abrir al sutil encanto de la soledad. Pero eso será mucho después, cuando la chispa de la mirada ya es recuerdo y dejamos al enamorado hasta el próximo encuentro.
No hay métrica que pueda calibrar aquello que sale del corazón porque, al intentar describirlo, descubrimos que no hay dos bocas iguales, ni todas las rodillas son idénticas y tampoco hay el mismo brillo en los cabellos de un color parecido…
Donde un día revienta el brote de un sueño de amor, ahí, nace la poesía. Y, hete aquí, que a mí me pone a volar el alma una barriguita abultada y a ti, unas piernas bien formadas. ¿Qué importa cómo llega la inspiración? Lo que vale es el sentimiento reflejado mejor o peor para tu gusto o el mío, en una dedicación de amor.
La poesía podría ser, como le oí decir a un sabio huertano allá por los días de mi infancia, el retrato surrealista de un momento idealizado. La exaltación involuntaria de una realidad poco objetiva, diría yo, si me atreviera. Mas, ya lo he dicho mal que le pese a mi alma pues, es tan bonito abandonarse al ensueño de ver unos ojos lindos donde hay estrabismo por el médico mal corregido…
Y olvidarse de todo para disfrutar del claro de luna aunque las nubes la oculten y contarlo con ardor dando libertad a la ilusión, mientras hacemos tímidos cálculos para el mañana, cuando encontremos a nuestro amor.
Observar la belleza de las margaritas bailando bajo el sol, junto a las encarnadas amapolas en un día ventoso del mes de marzo. Oír el silbido de la tempestad, siéndome amable y emotivo por recordarle a mi corazón, la melodía de tus labios cuando me dedicas una canción… Y atreverse a decir:
Tu boca me regala lo que quiero,
Y tus manos me acarician con dulzura.
Mas, la piel de mi cuerpo dice con esmero,
Todo lo que siente por tu gentil figura.
Poesía no eres tú, ni tú tampoco pues, cuando os quedáis solos dejáis fluir los pedos. Poesía tal vez sea, estar enamorado y explicarlo sin cesar con todo lujo de detalles. Y poesía es, quizás, descubrir con el alma el mensaje de un atardecer. Es posible que la poesía sea amar a la vida y querer verla bella, aunque sufras de amor porque no eres correspondido; o llorar con palabras el dolor de una muerte más o menos anunciada.
Cuando subo a la montaña, a la mía, allí donde me recupero de la propia vida; en el punto más alto donde se unen los suspiros de las personas y las nubes de los sueños, creo ver la poesía, tocarla y entenderla. Porque, al otear, sentada a los pies del cielo, adivino la delicadeza de los sentimientos en los corazones, las caricias de las personas que aman a su prójimo, las palabras que se envuelven en el aire hasta llegar junto a todo aquél que quiere escuchar.
¿Poesía es olvidar el pudor y el miedo para decirle al mundo que no cabe en tu corazón todo lo que llevas dentro?
Hazme un favor: si lo sabes, dímelo…
Cuando dejes volar el alma en pos de una esperanza y confundas el sol en su brillo con los ojos de la ilusión, podrás decir que has entrado en otra dimensión.
Dimensión mágica en la que no escuece la herida por el golpe, sino por el roce leve de un anhelo a punto de hacerse llama.
Ese plano invisible, ese espacio ideal donde las palabras son gestos salidos del alma; lugar éste, que no se ve pero se toca con dedos de suaves suspiros, que florecen por segundos en la más romántica de las evocaciones.
Muy posible será, que puesto seas en esta condición, empujado por la propia vida a través de un apasionado amor. Y, notando la erupción en tu piel a causa de tan sublime emoción, necesites contar al mundo entero y a nadie en especial, todo lo que estás sintiendo.
Si además de sensible eres creativo y sobre todo atrevido, un día intentarás hacer poesía. Escribirás sobre ella, te identificarás con una técnica u otra, pero al final, harás poesía. Porque tus sentimientos se desbordan haciendo daño y necesitarás decir todo el tiempo, cómo son sus manos. ¿No hay acaso redondeces que nos enamoran y dedos rudos que nos turban? ¿No vemos todos los días en alguna piel el brillo del cobre y el mismísimo cielo, en los ojos de aquél?
“Ojos claros y piel morena…”
El delicioso sentimiento de amor por un ser especial con el complemento o no, de la pasión rota por la parte de los frenos, no se puede explicar; mas, para intentarlo, se inventó la poesía.
Buscamos formas y expresiones, queremos llegar a la idea genuina, a la definición que nadie ha conseguido; mas, no hay palabras bonitas por descubrir, hay corazones por abrir al sutil encanto de la soledad. Pero eso será mucho después, cuando la chispa de la mirada ya es recuerdo y dejamos al enamorado hasta el próximo encuentro.
No hay métrica que pueda calibrar aquello que sale del corazón porque, al intentar describirlo, descubrimos que no hay dos bocas iguales, ni todas las rodillas son idénticas y tampoco hay el mismo brillo en los cabellos de un color parecido…
Donde un día revienta el brote de un sueño de amor, ahí, nace la poesía. Y, hete aquí, que a mí me pone a volar el alma una barriguita abultada y a ti, unas piernas bien formadas. ¿Qué importa cómo llega la inspiración? Lo que vale es el sentimiento reflejado mejor o peor para tu gusto o el mío, en una dedicación de amor.
La poesía podría ser, como le oí decir a un sabio huertano allá por los días de mi infancia, el retrato surrealista de un momento idealizado. La exaltación involuntaria de una realidad poco objetiva, diría yo, si me atreviera. Mas, ya lo he dicho mal que le pese a mi alma pues, es tan bonito abandonarse al ensueño de ver unos ojos lindos donde hay estrabismo por el médico mal corregido…
Y olvidarse de todo para disfrutar del claro de luna aunque las nubes la oculten y contarlo con ardor dando libertad a la ilusión, mientras hacemos tímidos cálculos para el mañana, cuando encontremos a nuestro amor.
Observar la belleza de las margaritas bailando bajo el sol, junto a las encarnadas amapolas en un día ventoso del mes de marzo. Oír el silbido de la tempestad, siéndome amable y emotivo por recordarle a mi corazón, la melodía de tus labios cuando me dedicas una canción… Y atreverse a decir:
Tu boca me regala lo que quiero,
Y tus manos me acarician con dulzura.
Mas, la piel de mi cuerpo dice con esmero,
Todo lo que siente por tu gentil figura.
Poesía no eres tú, ni tú tampoco pues, cuando os quedáis solos dejáis fluir los pedos. Poesía tal vez sea, estar enamorado y explicarlo sin cesar con todo lujo de detalles. Y poesía es, quizás, descubrir con el alma el mensaje de un atardecer. Es posible que la poesía sea amar a la vida y querer verla bella, aunque sufras de amor porque no eres correspondido; o llorar con palabras el dolor de una muerte más o menos anunciada.
Cuando subo a la montaña, a la mía, allí donde me recupero de la propia vida; en el punto más alto donde se unen los suspiros de las personas y las nubes de los sueños, creo ver la poesía, tocarla y entenderla. Porque, al otear, sentada a los pies del cielo, adivino la delicadeza de los sentimientos en los corazones, las caricias de las personas que aman a su prójimo, las palabras que se envuelven en el aire hasta llegar junto a todo aquél que quiere escuchar.
¿Poesía es olvidar el pudor y el miedo para decirle al mundo que no cabe en tu corazón todo lo que llevas dentro?
Hazme un favor: si lo sabes, dímelo…
Queralt.
3 comentarios:
no conocía ésta casita bello , deberías escribir poesías más seguido. Un abrazo Allma.
me encanta este blog. y para animarte a que lo retomes te dejo un detallito en El Arcón.
http://arcondesastre.blogspot.com/2009/02/premio-blog-de-oro.html
Completamente de acuerdo, nuestro amigo y tocayo de blog. Saludos mil.
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